lunes, 20 de diciembre de 2010

A -10º

Esto es lo que me he encotrado esta mañana al asomarme a la ventana. Eran las 7 de la mañana y una descomunal iglesia catolica, subencionada durante años por los donativos de los oriundos, rompia el rojizo cielo de un dia que empezaba. Estamos en Pildesti, un pueblecito rural al norte de Rumania. Los 10 grados bajo cero que hay no nos dejan casi ni apretan el boton de REC de la camara. Aqui, unos hermanos de la Salle (no os imaginais lo que me estoy poniendo en religion), tienen una escuela de FP donde enseñan a los chavales a tener un oficio.

Esta tarde nos bajamos a Bucarest, donde convivimos en una comunidad que recogen e imparten clases a niños de la calle. Duras las imagenes de chavales que grabamos en la estacion de tren Gara Nord ayer, donde estos viven, comen (si pueden), fuman y por supuesto, se drogan. Todo esto a extremas temperaturas invernales.  El resultado os lo podeis imaginar.

Nos quedan 5 horitas de viaje para la vuelta, asi que me voy a comer y besos miles.

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